Paseo de la Independencia

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Paseo de la Independencia

Este paseo fue el escenario de las terribles escenas que llevaron a la
desaparición del Real Hospital de Nuestra Señora de Gracia, de la Cruz del Coso y del Convento
de San Francisco. Se encuentra entre la plaza de España y la plaza de Aragón y es el centro
neurálgico de la ciudad. En 1815, al terminar la guerra, se quiso ensanchar esta vía urbana, según
el diseño que había realizado Martín de Garay Perales, según se afirma en la placa instalada en
1927 al comienzo del paseo, esquina impar con la plaza de España. Pasó a denominarse Salón de
Santa Engracia en 1847. A lo largo de los años este bulevar ha sufrido numerosas
transformaciones hasta llegar a su forma actual. En 1905 cambió su denominación por la de Paseo
de la Independencia, y las escaleras que unían el desnivel producido entre la plaza de Santa
Engracia y el paseo desaparecieron en 1929. En 1961 el entonces alcalde de la ciudad, Luis
Gómez Laguna, emprendió una nueva reforma que conllevó la desaparición del andador central
que le daba el aspecto de bulevar francés y donde se encontraba instalado el modernista quiosco
de la música, actualmente en un lado del paseo de San Sebastián en el Parque Grande. Tras nuevas
reformas, la última, de hace apenas tres años, conllevó la aparición en su subsuelo de los restos de
la ciudad musulmana, que cubierta de nuevo, queda en el recuerdo por las maquetas que se
colocaron a ambos lados del paseo. Desaparecieron también los aligustres que jalonaban sus
orillas siendo sustituidos por tilos.