Invicto Arzobispo de Zaragoza desde 1784 a 1796 que tanto ilustró a la ciudad. Nació en Lima y era noble. Fue bienhechor del Hospital y, sobre todo, del Hospicio, que engrandeció de acuerdo con D. Ramón Pignatelli.
A él se debe la más importante  transformación que revistió el Palacio Arzobispal. La fachada que mira al Ebro también es obra suya. Antes se llamó a esta calle de la Fustería (trabajadores de Ia madera)  y de la Mantería (del gremio de manteros, que celebran la fiesta de su patrono San Juan Bautista en la iglesia de San Juan de los panetes)

Educado de niño en Pasajes, estudió filosofía y teología en Pamplona en el convento dominico de Santiago, y en la Universidad de Navarra, obteniendo las licenciaturas y doctorados respectivos en la Universidad de Salamanca. Tras desempeñar el arcedianato de Antequera en la catedral de Málaga, y ocupar la sede episcopal de Pamplona entre 1779 y 1783, fue nombrado arzobispo de Zaragoza , llegando a la misma el día 14-II-1784. Se iniciaba así una fecunda labor pastoral que duraría doce años.

Sus biógrafos le han reconocido un espíritu liberal, generoso y desprendido para con el dinero, lo que parece cierto a la vista de sus actuaciones. Nota destacada en su trayectoria tanto en Pamplona como en Zaragoza fue su apoyo a la monarquía y a sus directrices. De hecho, entre 1784 y 1786 favoreció con abundantes donativos a la Real Sociedad Económica Aragonesa , si bien a finales del expresado año adoptó una postura dudosa con respecto a la misma, en el momento en que fray Diego José de Cádiz cuestionó su ortodoxia.

Entre las obras más destacadas en las que tomó parte hay que mencionar la continuación de las obras del palacio arzobispal, cuya fachada quedó terminada en 1787; la donación de 1.004.988 reales de vellón para la nueva fábrica del Hospicio de Huérfanos, y la fundación en 1788 del seminario de San Valero y San Braulio, al que dotó de cátedras de Retórica sagrada, Filosofía, Teología dogmática y Moral, Sagradas Escrituras, Derecho canónico, etc. El objetivo perseguido con esta fundación, que llevó muy personalmente, era entrar a fondo en la reforma del clero aragonés, gracias a una sólida formación teológico-dogmática. En el terreno social fue pródigo en donativos, emprendió la repoblación del lugar de Almochuel  de San Agustín con catorce colonos que recibieron casa y un lote de tierras, y dio numerosas ayudas para centros de enseñanza de primeras letras.

Puede decirse, que como hombre de su tiempo, fue un reformador nato, tremendamente celoso de la estricta observancia de la ortodoxia católica, y vinculado con el poder del rey hasta el punto de contribuir de forma extraordinaria en la guerra contra la Convención , como lo demuestra el hecho de haber entregado en aquellos momentos algo más de dos millones de reales, distribuidos en diversos partidos.

Biografía

fue un religioso español que fue obispo de Pamplona (1779–1783) y arzobispo de Zaragoza (1783–1796).

Estudió filosofía y teología en la Universidad de Navarra en Pamplona, licenciándose y doctorándose en la Universidad de Salamanca. Después ocupó cargos en Antequera y en Málaga, siendo obispo de Pamplona en el período 1779–1783. Desde el 15 de diciembre de 1783 fue arzobispo de Zaragoza.

En 1788 estableció un seminario en Zaragoza dedicado a San Valero y San Braulio. Fue codirector de la Casa de Misericordia de Zaragoza.

Calle Palomeque

En la capital aragonesa tiene dedicada una calle que va paralela al Coso desde Cesar Augusto a la plaza de la Mantería o de San Roque. En ella se encuentra el famoso restaurante “Palomeque”.